EL TÚNEL
Que cerrara los ojos, me recomendó la voz:
“Si te quedas quieto y te relajas , te dormirás enseguida
y verás el túnel que dicen ver
los que caminan al filo de la muerte.”
Me quedé en silencio,
esperando el aturdimiento ,
y poco a poco percibí aquel ruido
como de cuchillos derrumbándose en mi cama;
rebotando y estrellándose en el piso del quirófano
donde un médico joven, envuelto en una bata verde,
sostenía en su mano abierta un corazón
que era el mío y que temblaba acompasadamente
cual reloj de cuarzo ensangrentado.
Pero todo era borroso , no había túnel, no había luz,
sino una tibia redondez que me cernía blandamente
mientras mis dedos tanteaban sin encontrar obstáculos,
como un astronauta que flota en el espacio.
VISION DE FUTURO
Mi padre me mostró el futuro.
Me sacó de la cama a empujones
en la madrugada.
Me arrastró hasta la ventana
y aplastó mi cara trasnochada
contra el vidrio humedecido :
“mira hacia abajo” – me dijo.
Entonces vi las sombras en la calle mal iluminada.
Parecía que danzaban , pero mutuamente se golpeaban .
Después de unos segundos la sombra más pequeña
cayó de espaldas y las sombras grandes
patearon su cráneo repetidamente .
Un sonido hueco se arrastró por el pavimento mojado
y vino varias veces a mi ventana:
“Ese es tu futuro” – dijo mi padre-,
y soltó mi oreja con desprecio
Allá, abajo, la sombra herida luchaba en vano por erguirse.
¿En qué momento el “Loro” Varela se había puesto a pelear
Con esas sombras grandes y malignas?
¿Acaso no nos habíamos despedido, hacía ya más de una hora,
afuera del bar de Tulio , y después yo había entrado a mi casa ,
subiendo los peldaños con cuidado para no hacer crujir las tablas
y despertar a mis padres ?
¿Adónde vas , debajo de la lluvia, Loro zigzagueante?
¿Adónde, ahora que ya casi amanece en la calle ensangrentada?
¿Adónde, Loro desplumado , con mi futuro a cuestas ,
murmurando esa tonada que cantas cuando te emborrachas?
“Por esta calle a lo largo ay, ay, ay
Juran que me han de matar, negra del alma…”
MI HEROÍNA
Tú eres mi heroína,
siempre lo has sido;
pero no me había dado cuenta,
un poco ciego , un poco sordo, como estaba.
Por el rabillo del ojo menos malo
te veía andar con prisa,
remediando el estropicio.
En las tardes te escuchaba
arrastrar la escoba por el piso de maderas
mientras entonabas canciones familiares
apenas audibles para mis oídos arruinados.
Por las noches te acercabas a mi cama,
me abrazabas y decías, con cariño :
“yo te quiero , tú eres el amor de mi vida”
Pero tus palabras me llegaban
disfrazadas por el viento
como llegan las canciones que vienen desde el bosque.
Ya te dije que la vanidad
me tenía ciego, sordo y mudo.
Tú eres mi heroína ;
lo digo de frente y en voz alta,
sin las rimas y parábolas
que tanto me enredaban.
Pero ya no queda nadie en la ciudad para escucharlo.
Es muy tarde y la verdad a nadie le interesa;
Otra vez la suerte ya está echada,
Y estamos otras vez desnudos.
Tú eres mi heroína,
siempre lo has sido;
pero no aplaudí con entusiasmo
cuando componías los entuertos,
enderezabas los caminos …
más bien te criticaba
o no te comprendía.
Debes recordar, sin duda,
que entonces yo no andaba
sino a ras del suelo.
Tú eres mi heroína ,
siempre lo has sido.
Y ahora que se extiende el vacío por delante
y he recuperado el habla, la vista y el oído,
te ruego que me lleves a volar contigo , superniña;
de seguro que seré más hombre , agarrándome a tu capa,
de lo que fui toda la vida.
Llévame a volar muy lejos,
más arriba de las nubes
y no volvamos nunca.