Ya no vuelvo en esta vida al lugar de donde vengo
Ha pasado tanto tiempo, Ha pasado tanto tiempo
Ya no hay trenes a vapor que me lleven de regreso
La estación donde bajaba es un charco de cemento
En la casa en que fui niño mis hermanos me cantaban
sinfonías que dan vueltas todavía en mi cabeza
Contaban hasta cien y corrían a esconderse
Frágil pasa la niñez, el brasero y los inviernos
En el patio de esa casa mi madre tendió mi ropa
Cuando el viento la secó la dispuso en dos maletas
Junto ella había soñado con ciudades muy lejanas
Y aquel sueño se cumplió como si estuviera escrito
En el viaje recibía cartas de mi amada aldea
Me contaban que otros dueños se apropiaban de las tierras
Las talaban y plantaban árboles artificiales
Que morían los insectos, que los pájaros migraban
Que los ríos se secaban que los viejos se morían
Que los niños se enfermaban todos de melancolía.
Mis respuestas las enviaba en reducidos telegramas
Que no hay nada en estos lados diferente a nuestra aldea:
Que la gente fuma y bebe , sube y baja de los trenes.
La riqueza sigue obesa, La pobreza sigue estrecha
La mentira se parece a la verdad y la verdad
Es mejor que nos parezca una mentira
Ya no vuelvo en esta vida al lugar de donde vengo
Ya no hay trenes a vapor , se pudrieron los andenes,
Mis amigos se esfumaron como el humo de los trenes
La estación donde bajaba es un charco de cemento.
(2021)