Hoy supe que ha muerto fulana de tal.
Que se ha desangrado en la cama,
lo dice la prensa, sección policial.
Que el tipo que yace desnudo a su lado
-un amante casual-
Habría bebido en exceso y tendría en su sangre
las huellas del mal .
“Cazadora furtiva”, dice la prensa que fue
y relata con lujos sus formas de acoso,
su hambre y su celo, relata también
sus trucos de magia, el poder seductor
que rendía a sus presas
hasta que, al fin,
procedía a morderla con lenta fruición .
No supo de remordimientos, leo, al final,
Y hay entrevistados que dicen
Que lo que conservan darían
por ser devorados por ella , otra vez.
Ha muerto fulana de tal.
Y tan pródiga que era,
tan larga de piernas, tan temperamental.
A veces volvía a casa después
de semanas de lluvia,
volvía y movía la cola,
volvía y cantaba despacio en mi oído:
“abrázame fuerte, muy fuerte,
muy fuerte, amor…
hasta que la muerte
nos abrace” (versos de AUTE en «abrázame»)
(2010)