( para Raquel )
Amor, qué maldad este cielo
a través del follaje;
qué dolor tanto viento,
y , después , silencio…
Amor, qué dolor esta ausencia,
este cielo, este infierno;
esta tierra, lo que palpo
y lo que entiendo.
Nada es verdad, sino tu piel;
sino tú, de la cabeza a los pies.
Nada es verdad aquí en el Sur
si no estás tú…
Amor, qué maldad no dormirme
oliendo tu presencia;
qué dolor este viento
y , después , silencio
( 1984)