Poesía (2020-2023 |
Francisco Ruiz Burdiles |
VISION DE FUTURO
Mi padre me mostró el futuro.
Me sacó de la cama a empujones
en la madrugada.
Me arrastró hasta la ventana
y aplastó mi cara trasnochada
contra el vidrio humedecido :
“mira hacia abajo” – me dijo.
Entonces vi las sombras en la calle mal iluminada.
Parecía que danzaban , pero mutuamente se golpeaban .
Después de unos segundos la sombra más pequeña
cayó de espaldas y las sombras grandes
patearon su cráneo repetidamente .
Un sonido hueco se arrastró por el pavimento mojado
y vino varias veces a mi ventana:
“Ese es tu futuro” – dijo mi padre-,
y soltó mi oreja con desprecio
Allá, abajo, la sombra herida luchaba en vano por erguirse.
¿En qué momento el “Loro” Varela se había puesto a pelear
Con esas sombras grandes y malignas?
¿Acaso no nos habíamos despedido, hacía ya más de una hora,
afuera del bar de Tulio , y después yo había entrado a mi casa ,
subiendo los peldaños con cuidado para no hacer crujir las tablas
y despertar a mis padres ?
¿Adónde vas , debajo de la lluvia, Loro zigzagueante?
¿Adónde, ahora que ya casi amanece en la calle ensangrentada?
¿Adónde, Loro desplumado , con mi futuro a cuestas ,
murmurando esa tonada que cantas cuando te emborrachas?
“Por esta calle a lo largo ay, ay, ay
Juran que me han de matar, negra del alma…”
MI HEROÍNA
Tú eres mi heroína,
siempre lo has sido;
pero no me había dado cuenta,
un poco ciego , un poco sordo, como estaba.
Por el rabillo del ojo menos malo
te veía andar con prisa,
remediando el estropicio.
En las tardes te escuchaba
arrastrar la escoba por el piso de maderas
mientras entonabas canciones familiares
apenas audibles para mis oídos arruinados.
Por las noches te acercabas a mi cama,
me abrazabas y decías, con cariño :
“yo te quiero , tú eres el amor de mi vida”
Pero tus palabras me llegaban
disfrazadas por el viento
como llegan las canciones que vienen desde el bosque.
Ya te dije que la vanidad
me tenía ciego, sordo y mudo.
Tú eres mi heroína ;
lo digo de frente y en voz alta,
sin las rimas y parábolas
que tanto me enredaban.
Pero ya no queda nadie en la ciudad para escucharlo.
Es muy tarde y la verdad a nadie le interesa;
Otra vez la suerte ya está echada,
Y estamos otras vez desnudos.
Tú eres mi heroína,
siempre lo has sido;
pero no aplaudí con entusiasmo
cuando componías los entuertos,
enderezabas los caminos …
más bien te criticaba
o no te comprendía.
Debes recordar, sin duda,
que entonces yo no andaba
sino a ras del suelo.
Tú eres mi heroína ,
siempre lo has sido.
Y ahora que se extiende el vacío por delante
y he recuperado el habla, la vista y el oído,
te ruego que me lleves a volar contigo , superniña;
de seguro que seré más hombre , agarrándome a tu capa,
de lo que fui toda la vida.
Llévame a volar muy lejos,
más arriba de las nubes
y no volvamos nunca.
EL PATIO DE TUS SUEÑOS
Hay algo que no me has dicho :
estuve en tus sueños
diáfano y galante como una promesa ,
pero al despertar no me recordaste
y fuiste a las ferias y estaciones donde los trenes nocturnos
descargan sus trashumantes muchedumbres ;
angustiada ojeaste los periódicos en la sección
donde aparecen los desaparecidos,
pero tampoco me encontraste :
entonces te encerraste en el cuarto
a tejer con inmutable fe
la bufanda que lucía en tu sueño.
Dijiste , a quien quisiera oírlo,
que era mía la silueta que cruzó
el patio de tu casa aquel día de invierno;
que iba a paso raudo y desnudo, comentaste ,
y que el diluvio me azotaba de los pies a la cabeza.
Afirmaste que eran las mismas manos de aquel sueño
y por eso abriste la puerta de tu casa.
Aunque después reconociste
no estar cien por ciento segura
Permitiste que te cortejara ,
me dejaste caminar contigo
y consentiste el matrimonio.
Así es que ahora que nos estamos sincerando,
hay algo que no te he dicho:
a veces, cuando me sonríes,
camino leve y atravieso transparente
el patio de tus sueños;
otras, cuando me miras desconfiada,
siento escalofríos,
como si el aguacero me azotara
desnudo a la intemperie
y alguien me avistara detrás de una ventana
DESPUES DE LA MUERTE
Que cerrara los ojos, me recomendó la voz:
“Si te quedas quieto y te relajas , te dormirás enseguida
y verás el túnel que dicen ver
los que caminan al filo de la muerte.”
Me quedé en silencio,
esperando el aturdimiento ,
y poco a poco percibí aquel ruido
como de cuchillos derrumbándose en mi cama;
rebotando y estrellándose en el piso del quirófano
donde un médico joven, envuelto en una bata verde,
sostenía en su mano abierta un corazón
que era el mío y que temblaba acompasadamente
cual reloj de cuarzo ensangrentado.
Pero todo era borroso , no había túnel, no había luz,
sino una tibia redondez que me cernía blandamente
mientras mis dedos tanteaban sin encontrar obstáculos,
como un astronauta que flota en el espacio.
VARIAS ESTACIONES
Suben en Tobalaba
Ella reclina su cuerpo en su pecho
El la abraza desde atrás,
huele su pelo recién lavado
y acaricia sus senos por encima de la blusa
El vagón da un pequeño salto y el tren se detiene
Ella juega a caerse y se hunde más en él
El besa su fino cuello
Y ella se revuelve como si de pronto sintiera un hormigueo
Las puertas se abren y entran cientos de personas
Ella abre exageradamente sus ojos
Y grita que no es posible
Que no lo puede creer
Cubre su boca con ambas manos
Extiende sus brazos amorosamente
Y acoge en ellos a una amiga de la infancia
a la que no ve hace años
Se toman de las manos e intercambian direcciones
El la sujeta por los hombros, desde atrás,
Y mira aquello con gozosa indiferencia.
El tren se ha detenido y la joven baja
haciendo adioses y lanzando besos.
Dos músicos suben en esa estación
Y tocan melodías de mi juventud
De cuando yo también te acariciaba
Y tú derramabas tu cuerpo en el mío
Dejándome impregnado de un olor
A frutas y lavanda.
La voz en off dice “Estación Central”
Y me doy cuenta de que me pasé varias estaciones
Los enamorados bajan abrazados
Mirando de reojo al tipo del vagón
que no les quitó la vista
durante tantas estaciones
y que ahora se acomoda en un asiento
justo cuando el vagón cierra sus puertas
QUILTRO *
La escuchó bajar por la escalera
y pensó que ya era hora de las onces,
Le dijo que no bajara, que él le llevaría
El té a la cama .
Ella respondió que de todos modos tenía que bajar
Para sacar la ropa de la lavadora y colgarla al sol
Pero él le dijo que no se preocupara,
Que podía encargarse de aquello sin problemas
Y que en diez minutos más subiría con el té
Y un trozo de la torta que les dejó su hija
cuando vino a verlos el domingo con los niños .
Ella le responde que está bien, que volverá a la cama
Y sus pasos remontan los peldaños
con un eco de quejidos
mientras él va a la cocina
para hervir el agua y sacar la ropa de la lavadora
Pero al ver el artefacto vacío y oxidado
Recuerda que hace años vive solo
en ese caserón de un piso ;
que no ha venido nadie a verlo en años,
que se duerme a cualquier hora
en ese sillón de mierda donde los fantasmas
se sientan en sus piernas a conversarle de melancolías,
que hace rato que la vida es una hija de puta,
una zorra que le escamotea la memoria;
que los nietos no han venido en años,
y que cada día se parece más
a uno de esos quiltros callejeros
que van llenos de heridas infectadas,
incomprensiblemente vivos
con la cola entre las piernas ,
.
• Quiltro (perro mestizo , en mapudungun)
SIEMPRE
(Tributo a Teillier)
Siempre habrá un adolescente fugado de la escuela
Fumando un cigarrillo prohibido
Debajo de un gran árbol
En el parque de los enamorados
Tendrá una aureola de ermitaño
Que nos permitirá reconocerlo
Como al hermano descarriado
Al que nuestros padres le cerraron la puerta de la casa
Siempre habrá una esquina donde acariciar furtivamente
a la muchacha que será nuestra compañera de por vida
y a la que jamás haremos feliz
Siempre podremos recorrer con la memoria
esa calle a oscuras del aserradero
Adonde íbamos a buscar virutas para encender el fuego
Siempre podré volver al pueblo en que nací
A beber vino pipeño en las bodegas taciturnas
Que siguen abiertas
Atendidas por sus propios dueños.
MIS DIAS *
Mis días flotan como barcas en el mar
a la deriva , hundiéndose cada vez más .
La muerte aguarda en esta niebla de alquitrán;
cada respiro, cada aliento puede envenenar.
Mis días pasan dentro del televisor,
dando reportes de los muertos por llegar.
Hacia adentro voy , en estos días,
de la mano acongojada de mi corazón
y vuelvo a verme en mis raíces
y vuelvo a oírme en mi propia voz :
mis días vagan descuidados
como si durmieran en el piso de algún bar .
Mis días pasan arrastrando por aquí
baúles con recuerdos que no puedo abrir.
La radio dice que son niños por nacer
Y es que aquí ya no queda nadie a quien creer
Hacia adentro voy , en estos días,
de la mano temblorosa de mi corazón;
hacia el fondo voy, donde mi sangre
se levanta y quiere respirar
profundo, profundo, profundo
aunque ese aliento ponga fin
a mis días moribundos
Mis días viven escondidos
como si un bandido los quisiera asesinar
*(Escrito en pandemia)
MIS ULTIMAS PALABRAS
“Levántate y escribe tus últimas palabras”,
me dijo la muerte, sentándose en mi cama.
“Voy y vuelvo”, dijo la parca , y salió,
mientras yo buscaba a tientas un lápiz y anotaba
estos versos como si un ángel me dictara:
Quiero morir reconfortado
como el corazón del niño que por fin
recuerda el camino a casa.
Sin espanto , como el temple del silbido
de un arriero que reúne a sus caballos
en medio de la niebla .
Sin aspavientos ni fanfarrias ,
como el pájaro que vuela a favor del viento
en algún risco de Rumena
“No más de 11 líneas”, me había dicho la huesuda.
Así es que estoy aquí, esperándola;
no sea que me duerma y ella
se aproveche de las circunstancias
TRUEQUE
Por fin un pescador decide echarse al mar
Puedo verlo claramente desde una ventana
De la casa que arrendé por quince días
En la punta del cerro de esta caleta del Sur
Lo veo con su traje de agua
Mientras bebo de una de las tantas
Cajas de vino que traje para intercambiar
Por peces y mariscos
Pero la lluvia no ha parado en toda la semana
Y no hubo pesca ni hubo nada
Solamente el vino consumido y la playa escudriñada
Desde esta ventana que parece una atalaya
Ahora veo que acomoda en el bote 5 sus aparejos
Y lo empuja al mar , pero es mucho peso para un hombre solo
Y debe esperar que la resaca venga hasta la playa
Y se lleve en andas la embarcación
Mientras él se lanza al abordaje y se apodera de los remos.
¿Adónde irá?, que te dije, pero creo que no me escuchaste
También dije que todo era muy lento y cadencioso
Pero tampoco me escuchaste por el ruido de la lluvia
El pescador rema unos cuántos metros
Enciende el motor y su ronroneo va desvaneciéndose
Conforme el bote se adentra en el horizonte borrascoso
Nada se ve ahora en la playa ni sobre las olas
Este no es un día para pescar ,te digo ,
Cuando entro a la cocina para buscar otra caja de vino
Pero no me respondiste , y sé que me escuchaste
Regreso a mi puesto de vigía
Me abrigo y me recojo mientras bebo
Hasta ver aparecen las banderillas verdes y rojas
Que se hunden y vuelven a elevarse
Sobre la proa amarilla del número 5
Que regresa a la caleta
Con sus peces recién capturados
Sin que a mí me quede con qué canjearlos.
EL ASESINO DEL TAMBOR *
Estaba preso de por vida
pero un día el guardia lo dejó salir:
“La ley está cambiando”, le dijo.
Los otros presos no lo podían creer.
Decían : “ Éste no puedes salir porque descuartizó a su mujer,
después puso los pedazos en un tambor
y lo enterró en el patio de su casa,
por eso le decimos el asesino del tambor”.
Pero él se fue silbando , libre,
y unos días después se unió a una mujer
que tenía una hija adolescente
a la que él mató y despedazó
Después de violentarla
Y cuando las vecinas echaron de menos a la adolescente
Fueron donde su madre y pidieron registrar la casa
“Porque tú vives ahora con este bandido
que nunca debió abandonar la cárcel”
El asesino bajó la cabeza y dijo
que entendía aquella desconfianza,
pero que él había cambiado
y quería otra oportunidad.
Las invitó a registrar la casa,
pero las vecinas no encontraron nada.
Entonces fueron a la policía,
y la policía les recomendó volver a sus hogares :
“Tal vez la niña anda en una fiesta o está con sus amigas”.
Pero las vecinas se enfadaron por esa respuesta
y marcharon a los medios de comunicación .
Por esas cosas de la vida la televisión tomó aquel caso
de la misteriosa desaparición
y en una semana el país entero
no hablaba de otra cosa que de aquel asunto.
Las videntes dijeron que por allí, o que por allá, o tal vez más allá.
Los políticos pidieron la renuncia a la Ministra de la niñez.
La policía llevó a los perros sabuesos
que olfatearon todo y no encontraron nada.
Después la TV entró a la casa de la mujer del asesino
Que no era una casa, sino una choza miserable
y enfocó sus luces en las esquinas más recónditas,
las paseó por las renovadas tablas en el piso de la cocina
debajo de las cuales estaban los contenedores plásticos
con los trozos de la adolescente.
Pero el asesino había tomado todas las precauciones
y no sería descubierto esta vez .
disfrutaría un tiempo más de aquella enamorada
que le dio la idea de los contenedores
y que le compraba los cigarros
de la marca que tanto le gustaba.
*Noticia difundida ampliamente en la TV durante la pandemia
PUMAS *
Siguen bajando pumas de la cordillera
Se pasean cadenciosamente
por los barrios en cuarentena
Casi siempre por las noches,
cuando se ha iniciado el toque de queda
y las calles están desiertas
Saltan las altas rejas
de las casas elegantes,
Ingresan a las cocinas
Y comen lo que encuentran,
después se echan a dormir
en cualquier rincón del patio,
pero despiertan asustados
cuando aparecen los agentes del SAG
con sus rifles de dardos adormecedores-hipnotizadores
y la TV enciende sus focos resplandecientes
para mostrar los camiones de soldados con metrallas
que se distribuyen estratégicamente en el perímetro
por si Intentan escapar.
Pero los pumas ya se van , saltando de patio en patio,
olfateando la montaña, seguidos por las cámaras
que ahora se detienen a mostrar sus largas colas
mientras los vecinos miran todo este periplo
en vivo y en directo, en el living de sus casas,
mientras acarician a sus mascotas.
*Noticia difundida en la TV durante la pandemia
*Noticia difundida ampliamente en la TV durante la pandemia