I
Le dijimos que fuera por la vida
Desocupado y libre.
Que imitara a las aves, le dijimos,
“ellas vuelan por el aire sin pensar en lo que comerán”.
Pero él no pudo abrir sus alas
Por espanto al cazador.
II
Que observara a los lirios del campo , -le dijimos -,
Siempre hermosos y cubiertos de colores.
“Cuánto más , tú , que eres más grande que la flor”
Pero él se vio a sí mismo
Pobre y desplumado
Cada vez que se miró en las aguas del arroyo.
III
Ni la casa, le dijimos, ni el dinero.
Menos la mujer del otro , has de codiciar
“No las mires, –le dijimos-,
O estarás en adulterio”
Pero él abrió sus ojos cada vez que las amó.
IV
Nada de perjurios, le dijimos.
“Cumplirás tus juramentos y amarás al prójimo”.
Pero él hacía una promesa en cada frase
Jurando que ahora sí .
V
Que debía vivir en el presente, le dijimos.
Nada de nostalgias ni melancolías.
“El ayer no existe y el mañana no ha llegado”
Pero él vivió añorando el nido
Y escuchando profecías
VI
Esas y otras cosas le dijimos
Para evitar el estropicio
Pero él dejó que las palabras
Se fueran por los vericuetos
Del bosque
Arrastradas por el viento
(Del nuevo poemario COMO SI TODO HUBIERA SIDO)