2010


Este no fue un buen año
Ni siquiera para las palabras.
No vinieron nunca a plena luz del día :
Llegaron de noche y  se arrastraron
Culebreando hasta  mi boca Y salieron generosas
Por las lenguas encantadas de esos gatos
Y caballos que me hablaban hasta el amanecer
Precisas y elocuentes las palabras
Pero al despertarme ya no estaban
Y era como si jamás hubieran sido.

Este no fue un buen año
Personas a las que amé murieron
Y otras morirán irremediablemente
Agreguemos que a veces no me quedó otra cosa
Que escupir mi propia sangre
Y que en la estación del Metro estuve
Varias veces a punto de desmayarme.
(Para qué hablar de aquella mañana
Cuando me perdí en el bosque
Y fue como si todo hubiera oscurecido
Y detrás de cada árbol me acechara un asesino)

Este no fue un buen año
No tuve a quién enviar tarjetas con mis sentimientos
Y sólo recibí correos con cadenas y palabras de desconocidos
Y eso que reviso a diario mi correspondencia
Esperando algo impreciso que me vuelque
O me devuelva la emoción.

Este no fue un buen año
Mi perro fue severamente mordido
Por el león amaestrado de un pequeño circo familiar
Instalado en el barrio donde vivo
Y protegido por los niños que a cambio de monedas
O paquetes de fideos robados a sus madres
Ven a diario las piruetas del león,
La cabra montañesa y el enano verde
Faltando a clases bajo la mirada cómplice
De sus profesores


Una respuesta a “2010”

  1. Es verdad, no fue un buen año para muchos de nosotros… ojalá pudiésemos sacarnos la amargura de aquellos duros momentos con las palabras, pero parece que nada basta.

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