Condena


Ni el amor de esta mujer, vestal celeste,
Podrá salvarme de la hoguera,
Infierno en que ahora peno y muero

No será su beso, no, humedecido;
Mojando el lunes de mi boca
Ala del vuelo que aún me roza

Tampoco sus ojos podrán salvarme, no,
Esas dos brasas que arden y
le prenden fuego a mis instintos
Tampoco su pequeña boca enfurruñada
Volcando esta melancolía

No será su risa , no, claras praderas,
donde galopan mis caballos y sin fronteras se desbocan.

No serán sus rizos, no, renacentistas
Cayendo sobre el blanco mármol
Cuerpo que beso y me desangro

Tampoco sus ojos podrán salvarme, no,
Esas dos brasas que arden y
le prenden fuego a mis instintos
Tampoco su pequeña boca enfurruñada
Volcando esta melancolía

(2004-2007)