SERIE GRANDES CHILENOS: Fermín Fierro


Grandes Chilenos

FERMIN FIERRO LUENGO 

Televisión Nacional está presentando la serie GRANDES CHILENOS. De por medio hay votación del público y, finalmente, un ganador. He visto los dos primeros capítulos, y me ha complacido que la televisión ofrezca, de vez en cuando, historias edificantes que muestran que cuando hay un sueño en el corazón, nada es imposible;y, al mismo tiempo, que nada es posible sin sacrificios. Más allá de la discusión inútil sobre quién es el mejor, las semblanzas que se han elaborado sobre sus vidas me han hecho pensar en otros GRANDES CHILENOS que he conocido.

Cuando éramos niños, mis hermanos y yo vimos muchas veces a los adultos realizar solemnes brindis a la salud de un personaje muy importante en Curanilahue. Estos ritos se realizaban, preferentemente, al interior de las bodegas de vino. No había botillerías en el pueblo, sino lúgubres bodegas impregnadas de un olor a vinagre, donde se acumulaban las pipas y garrafas de vino . En la parte alta de estas piezas , unas estanterías semi-vacías lucían unas pocas botellas de licor, por lo general anís, menta y cacao, además de algunas polvorientas botellas de vino “filtrado” , que esperaban ser despertadas de un largo sueño. Por lo general los parroquianos solicitaban unos vinos delgados y agrios denominados “pipeños”, que llegaban de Santa Juana, Quillón o Guarilihue. El personaje importante era el Diputado Fermín Fierro Luengo, que en sus visitas a la provincia de Arauco se contactaba con sus electores de manera directa, estuvieran donde estuvieran. Así que cuando ingresaba a una de estas bodegas, los hombres que allí bebían y conversaban hacían un alto para saludarlo, llenar sus copas , hacerlas chocar , levantarlas y llevárselas a la boca, diciendo en voz alta : “A Don Fermín”. Después del brindis él pasaba a ponerlos al día en las informaciones de la situación política. Esa imagen  quedó grabada en nuestras  memorias y sirvió para que hiciéramos así los primeros brindis de nuestra adelantada juventud.

Recuerdo a Don Fermín en esa época. Con mis hermanos , vestidos de pantalón corto, íbamos a la misa del mediodía , algunos domingos. En la época de verano , pasábamos a la Fuente de Soda de Don Manuel Rodríguez a comprar un helado. Algunas veces vimos allí a Don Fermín, conversando con el dueño; en otras ocasiones estaba cerca de su casa, a una cuadra de la plaza, en las afueras de la sede del Partido socialista, del que era miembro y fundador. Se vestía de manera impecable , por lo general con trajes azules, y en su mano derecha tenía , casi siempre, el periódico. Yo tenía 11 años y él estaba iniciando su segundo período de Diputado por aquella zona. Antes, en la época en  que mi madre me trajo al mundo, él ya había sido Alcalde de Curanilahue.

Don Fermín provenía de la cordillera de Nahuelbuta, de un lugar cerca de Contulmo. De origen humilde, él y su familia trabajaron para patrones que en algún momento los dejaron botados a la vera del camino, con los bultos escasos de la pobreza y sin saber qué hacer. Vino la desbandada y a él le tocó irse con unos parientes que le dieron cobijo a cambio de quehaceres del campo. Entre mandado y mandado se las ingenió para aprender a leer. El maestro, un viejo profesor cuyo nombre pudo ser Arsenio, visitaba con frecuencia el bar de sus parientes, y allí el niño aprendió los rudimentos de la lecto-escritura y los siguió puliendo por su cuenta.. Después se independizó; convertido en un joven atlético y fuerte ingresó a las cuadrillas de peones que cargaban con maderas nativas de los bosques de Nahuelbuta los carros del ferrocarril que las llevaban  a los puertos de San Vicente y Talcahuano. La depresión económica lo llevó a emigrar a las minas de carbón de Plegarias y Curanilahue. Para entonces ya mostraba dotes de líder , además de coraje: se fue con su novia, a quien raptó, para casarse con ella a escondidas.

Formado en la faena misma, tuvo como maestros a distintos viejos mineros. Los escuchó a todos y aprendió de ellos tanto como antes del maestro Arsenio : del viejo militante comunista que años más tarde habría de huir de le persecución de González Videla,  del pastor evangélico que había sido un pecador y ahora anunciaba el fin del mundo citando de memoria el Apocalipsis,  del anarquista que venía huyendo de las minas del Norte, del muchacho temeroso que recién empezabasu vida laboral en esas minas . Pero es el sindicalismo, con sus luchas por la defensa de los más pobres, el que lo cautiva. Después se le verá recorrer a paso largo los campos y minas promoviendo los derechos de los trabajadores y animando huelgas. Más tarde vendrá su ingreso a las filas del Partido Socialista, del que sólo saldrá en la última recta de su vida política, cuando vuelva a ser Alcalde de Curanilahue por el PPD , tras la caída de Pinochet.

Durante los años de dictadura lo vi ocasionalmente , cerca de su casa, con el clásico periódico doblado en su mano;  sus brazos cruzados por delante con la mano izquierda oprimiendo su muñeca derecha. Había estado detenido durante un tiempo  en la Isla Quiriquina y después había regresado a su casa, en Curanilahue. Su figura, aún fuerte, transmitía confianza a los jóvenes que con timidez y poco conocimiento de la historia nos animábamos a  realizar acciones culturales que reivindicaran nuestros anhelos de libertad y justicia social, casi siempre protegidos por las rejas del templo parroquial . Su estampa era la de un líder innato. Generalmente, en la época de verano, lucía unas vistosas guayaberas, impensadas para los demás habitantes de ropas grises de nuestro Curanilahue. La gente se le acercaba, especialmente cuando no había carabineros cerca de él. Se decía que en las noches salía a lanzar panfletos en los barrios del cerro, que lo habían visto en tal o cual población, que había estado en Santiago, entrevistándose con otros opositores, que en su casa se hacían reuniones clandestinas. En esa época vivía prácticamente sólo, pues era viudo y casi todos sus hijos estaban en el exilio . Sus zapatos brillantes, su pantalón planchado y sus camisas inmaculadas denotaban a un hombre pulcro, preocupado del aseo y de los detalles . No conversé nunca con él, en esos años, pero lo recuerdo bien. Mucho tiempo después, cuando fuimos amigos, supe que era él quien lavaba y planchaba sus prendas de vestir en esos años. Don Fermín aglutinó a los partidos de oposición y lideró el retorno a la democracia,  convocando al “NO”.  Después, cuando pudimos elegir de manera democrática a nuestros alcaldes, la gente fue a buscarlo y le pidió que aceptara ser el candidato . No tenía recursos para hacer propaganda, y la resaca de la dictadura nos hacía temer que el candidato del continuismo pudiera ganar. Así fue como lo conocí. Ese año me encontraba en una situación privilegiada para ayudarlo a difundir sus ideas, con costos menores. Mi suegro lo trajo a mi oficina.“Le agradezco, compañero, me dijo, pero aunque sean costos menores, tampoco los puedo financiar”.Mi esposa le dijo que no se preocupara por eso, que ella iría a buscar los recursos entre sus adherentes. Sonrió apenas, casi desconfiadamente, agradeció sin mucho entusiasmo y se levantó. Lo acompañé hasta la vereda. Cruzó la calle para ingresar a la oscura oficina que había arrendado para instalar su “comando”. Un grupo de “fierristas” de los viejos tiempos le acompañaban. Uno de ellos, el maestro Cabezas , soplaba el brasero que serviría para que todos pudieran calentarse después, mientras discutían cómo iban a llevar adelante aquella campaña. Recuerdo el cierre de esa campaña; el grupo de viejos fierristas trasladaba sillas  sobre sus homros o cabezas para que las autoridades pudieran sentarse. El resto de la gente se agolpó a la plaza para escucharlo : mezcla de sindicalista y político, nos hizo creer que nuestro pueblo podría ser diferente. Y no nos defraudó; su altísima votación nunca fue razón para que descuidara su trabajo. Vivía para trabajar. No quería ir a la reelección, pero lo convencimos , diciéndole lo que todos sabían en el pueblo: los otros candidatos no tenían ni la mitad de sus capacidades. Al interior del  partido, quienes esperaban su turno para proclamarse candidatos, aprovechando la herencia de su gestión, lo culparon de querer perpetuarse , pero fuimos nosotros, algunos cercanos, quienes lo convencimos después de varias jornadas , incluyendo una cazuela de ave en el barrio El Sauce, una de sus «picadas».  A pesar de lo mucho que me incomodaban las campañas,  para esa reelección  lo acompañé un par de veces a las poblaciones en  un “puerta a puerta”. La gente salía a las veredas, lo buscaban y muchas veces las mujeres le pedían trabajo para sus hijas. El respondía que la Municipalidad no era “bolsa de trabajo”, y que los cupos para secretarias y ayudantes  ya estaban completos. Las mujeres se desencajaban y se quedaban con la impresión de que no les estaba hablando en serio. Habían pasado por allí los demás candidatos y el currículum fotocopiado de la hija había sido recibido por todos, con promesas de tenerlos en consideración una vez que llegaran al Municipio , «todos, menos este viejo mañoso, qué se cree..”  Alguna vez le dije “Don Fermín, creo que es conveniente que recibamos esos currículum o anotemos lo que la gente nos pide, aunque no tengamos cupos,  de lo contrario perderemos muchos votos “. Se detuvo, giró su cuerpo, se irguió y cruzó sus manos por delante, como hacía cada vez que daba una lección: “Oiga, Don Francisco; estamos haciendo política, no politiquería. Nunca ofrezca lo que no tiene seguridad de entregar. No hay que jugar con los sentimientos de la gente”. En la población Chillancito recién habían terminado de pavimentar la avenida central, un anhelo que por años habían expresado sus pobladores, enterrados en el lodo durante muchos inviernos. Sabíamos que ese  pavimento era la llave para el puerta a puerta, pues todos estaban agradecidos de aquel adelanto  . Subimos un cerro y conversamos con un anciano que descansaba a la entrada de su casa. Don Fermín le habló como si lo conociera de toda la vida : “¿y , cómo te ha cambiado la vida, hombre, después de que pavimentamos la calle?  El viejo, que también parecía conocerlo de toda la vida, aunque desde otra trinchera política,soltó un escupitajo irreverente por el colmillo y le respondió :”No me ha cambiado ni mierda, porque igual llegamos con el barro hasta las rodillas a la casa. Tendrías que haber hecho veredas , puh, Fermín “.  Don Fermín quedó mirando al viejo, sonrió sin abrir la boca y le respondió, mientras me guiñaba un ojo : “Tenís razón, huevón, esto es igual que si te regalaran un terno , pero no te pasaran la corbata”. El viejo se levantó, hizo salir a las hijas y nietos. Les dijo : “Este es Fermín Fierro, vamos a votar todos por él porque no hay ningún otro que valga la pena”. Después nos dio la espalda, entró a su casa y nos dejó solos, en el patio.

Un tipo campechano, Don Fermín. Se parecía a mi abuelo materno, que también había llegado de la cordillera de Nahuelbuta a trabajar en las minas de plegarias. El humor era muy parecido, un humor socarrón que buscaba la complicidad en uno para reírse de otro. Las gracias no las celebraba con carcajadas, sino con una semisonrisa pícara, ladina. Pero, a diferencia de mi abuelo, que también aprendió a leer solo y se quedó pegado en ADIOS AL SEPTIMO DE LINEA, Don Fermín tuvo lecturas variadas que iban desde la Biblia hasta los libros de Curzio Malaparte, pasando por los manifiestos políticos, biografías , libros de historia y actualidad política. Recorrió el país de Norte a Sur y salió de él un par de veces.; como diputado viajó a Yugoeslavia y otros países socialistas , después viajó a Europa para visitar a sus hijos exiliados. Jamás se dio aires de importancia por estos logros, más bien parecía que estaba recién empezando su período de sindicalista y que tenía mucho que hacer.

Amante de los vinos delgados de la zona, Don Fermín tenía siempre en su casa una reserva de pipeño, aunque, por lo general, servía vino Santa Emiliana: “ este vino es un caballero, a uno nunca lo deja mal”.

Un político honesto, que venía de regreso de la vida, como solía decir , y que en materia de discursos políticos, “ya no creo ni en los míos”.

Curanilahue le debe mucho a Fermín Fierro Luengo. En su primer período de Alcalde, hace más de cincuenta años, abrió a pulso, junto a otros vecinos, primero con  bueyes y después con tractores, las primeras calles del pueblo. De carácter impulsivo, muchas veces estuvo al filo de lo legal en sus acciones, como cuando echó abajo los portones del ferrocarril para abrir la calle Riquelme ; pero no hubo ninguna de ellas que no estuviera guiada por su interés de mejorar la vida de los curanilahuinos. Y lo hizo, no sólo en esa época y la siguiente, cuando fue dos veces elegido diputado, sino en los dos períodos post-dictadura en que alcanzó una votación que no ha sido igualada. No es del caso enumerar aquí sus principales obras, eso será materia de su pendiente biografía , aunque no alcanzó a ver concretado uno de sus más preciados proyectos, el camino que uniría a Nacimiento con el Puerto de Yani, cerca de Arauco. “Los campesinos podrán traer sus productos por ese camino cordillerano y venderlos en la ciudad. Los recursos mineros y forestales podrán ser embarcados desde Yani”. Siempre tuve dudas de ese proyecto, me parecía fuera de tiempo; sin embargo, en los últimos años he leído varios artículos que señalan los estudios de factibilidad de un puerto en Yani. También sé que el camino de Nacimiento a Curanilahue , por la cordillera, se ha estado mejorando y que alguna vez se llamará Fermín Fierro. Todo gran hombre siempre tiene grandes visiones.

Don Fermín es uno de esos GRANDES CHILENOS. Vea usted de dónde proviene, vea las condiciones de vida que tuvo que afrontar y vea hasta dónde llegó. Y sepa, además, que ni en sus últimos días fue una persona desencantada ni aburrida de la vida. Los que estuvimos cerca de él sabemos que era un gran realizador, que era un político que se respetaba a sí mismo y por eso se hacía respetar por los demás; sabemos que su honradez era ejemplar, que vivía con sencillez, que amó la vida, amó a sus mujeres y fue amado por ellas, que encendió polémicas, que tuvo detractores que jamás perdonaron sus defectos como tuvo seguidores que jamás pudieron olvidarlo. Yo no lo he olvidado, y en los próximos días, cuando se cumpla un nuevo aniversario de su muerte, alzaré mi copa para brindar con un tinto “A don Fermín”, a sabiendas de que un día volveremos a encontrarnos en otro puerta a puerta, allá en el purgatorio.

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17 respuestas a “SERIE GRANDES CHILENOS: Fermín Fierro”

  1. No pude dejar de emocionarme al leer la historia de «MI ALCALDE», fui y seguiré siendo hasta mi muerte FERMINISTA, un hombre ejemplar, como tan bien tú lo describes, a pesar de su mal genio – a ratos- cuando creía en la gente se las jugaba por ella, lo viví en carne propia cuando le tocó defenderme de los politiqueros , como él les decía, a los típicos políticos mentirosos y que se valen de cualquier artimaña para fregarte, lo vi golpear la mesa muchas veces, pero siempre fue por alguna razón justificada. Un hombre demasiado grande, fue el más grande político que conocí, a todos nos enseñó algo; a mí me quedo marcado el «compañera, nunca ofrezca lo que no tiene, no hay que jugar con los sentimientos de la gente y la verdad siempre será su arma más poderosa para convencer a la gente».
    Hicimos tres puerta a puerta, en tres campañas de alcalde, y si tuviera que hacerlo de nuevo sólo lo haría por él.
    A pesar de su mal genio la gente sabía que era un hombre honesto y que se las jugaría por ellos y por el pueblo de Curanilahue. Un luchador y trabajador incansanble.
    Mi viejo querido siempre ocuparás un lugar en mi corazón

  2. Llega a la vena, y mas profundo su artículo Don Pancho, escuche hablar del regidor y diputado que usted magistralmente relata, y vi en acción al Alcalde. Hoy el centro de adultos lleva su nombre «Fermin Fierro Luengo», motivó y movilizó a varias generaciones, sin duda un gran chileno (como estamos en tiempo de elecciones mi voto es para Fermín)
    Es imposible no asociarlo a su máquina de escribir… si esas teclas hablaran… llenarían muchos blog y darían para muchos posteos en favor y en contra.

    También hay que mencionar su slogan «Con fermín hasta el Fin».

  3. Muy bonita tu reseña Francisco, gracias por proponer Fermín Fierro como un Gran Chileno.

    Me llena de orgullo saber que el ejemplo de mi abuelo sea recordado con tanto cariño.
    Gracias.

    Sergio González Fierro

  4. Para mi fue una gran y agradable sorpresa leer este articulo sobre mi padre. Leyendolo mi di cuenta que Francisco le conocia muy bien ya que la descripcion que hizo es su fiel retrato. Mi padre era un hombre honesto y sentia un profundo respeto por la demas gente. Sin animos de ofender a nadie o de pecar de arrogante, creo que hombres como el, ahora no existen. Mi padre siempre le dio prioridad a la gente que le puso en el lugar que estaba y para el, su trabajo era lo mas importante y no una si no cientos de veces dejo la casa aun masticando su comida porque no tenia ni el tiempo para sentarse a comer un plato de comida tranquilamente, pero esa fue su vida, el lo dio todo por su gente, la gente que lo habia elegido una y otra vez y «Don Fermin» siempre vivira en el recuerdo de esa gente y agradezco este articulo que ayudara a mantener su recuerdo vivo y mas que nada la ensenanaza que nos dejo a todos «no importa que las raices sean humildes, si uno realmente desea conseguir o alcanzar algo, lo puede lograr a fuerza de trabajo duro y dedicacoin».

  5. Muchas gracias por haber escrito esto Francisco! E aprendido varias cosas de mi abuelo que no sabia. Espero ansiosamente para ver si es nominado para la serie de Grandes Chilenos!!! Que Dios le bendiga a usted por haber escrito esto!

  6. Un gran hombre, un gran trabajor para nuestro pueblo, que pena que ya no hay hombres asi, que se la jueguen por nuestro Curanilahue querido.

  7. encontrar este articulo sobre mi padsre es muy hermoso.gracias a esta persona que ha puesto a mi papi eneste lugar , muy merecido,siempre el projimo fue su prioridad,para el no habian vacaciones ni domingos,siempre su comida se enfriaba porque aun teniendo oficina en otro lado ,a casa golpeaban a toda hora para una consulta o un favor ,buscaban a don FERMIN-NO he conocido persona tan entregada a sus ideales , a la gente , a su pueblo.Para uiewnes lo conocimos ,integro , sincero ,transparente ,aunque no lo califiquen ,para quienes lo conocimos y para su gente ,para Curanilahue es el chileno mas destacado que no esoero premio ni reconocimiento solo el cariño de su puueblo-GRACI35cAS Erancisco, como se llamaba mi niñito de 17 años que ya no esta

  8. Gracías,padrino por recordarle a las personas de curanilahue de mi padre yo no tube la oportunidad de escuchar esas hermosas historias ya que murio cuando estaba yo muy chiquitita,
    pero siempre estara en mi corazon y en mi memoria esas borrosas imagenes de felicidad que vivi junto a mi papá .
    —- TE QUIERO MUCHO PAPA DE DONDE QUIERAS QUE ESTES —-

  9. QUE MAS PUEDO DECIR QUE NO SE HAYA DICHO AQUI SOBRE MI PADRE, SOLO REPETIR LOS AGRADECIMIENTOS A » PANCHO » SU COMPADRE Y AMIGO Y DECIR QUE LA MEJOR HERENCIA QUE NOS DEJO, FUE SU HONESTIDAD Y RECTITUD.. GRACIAS PAPA DONDEQUIERA QUE TE ENCUENTRES

  10. Estimados: junto con saludar a todos las familias que conforman esta hermosa comunidad, les envio mis saludos, yo tambien estuve con mi tio en sus últimos momentos en la clinica la catolica en stgo, muchas veces le enviaba el diario la segunda de santiago ya que el daba entrevistas y este no llegaba a curanilahue, se lo enviaba a la municipalidad. Muchas veces me mandó que conversara con el actual presidente del partido socialista el Sr. Osvaldo Andrade, sin mas que decir y recordar a mi tio siempre, la distancia no daña los mas sinceros y cariñosos sentimientos hacia mi familia en general.
    se despide atenta sus comentarios.
    Yolanda Fierro Peso.
    Stgo de Chile.

  11. HOY HACEN 11 AÑOS DE SU MUERTE, SIN EMBARGO EL ESTA PRESENTE CADA DIA DE MI VIDA, SU RECUERDO ES NITIDO AUN, EL SIEMPRE DECIA QUE LA GENTE MORIA , CUANDO SE LE OLVIDABA, PUES YO CREO QUE EL SERA INMORTAL YA QUE NO LO OLVIDAREMOS NUNCA Y LE DOY LAS GRACIAS DE NUEVO A » PANCHO» QUE NOS DA LA OPORTUNIDAD DE DECIRLE ALGO LINDO Y MUY MERECIDO A MI PADRE.

  12. A MI QUERIDO PADRE , ESTE AÑO SE CUMPLIERON 16 AÑOS DE SU MUERTE Y AUN PIENSO EN EL CADA DIA DE MI VIDA Y MAS AUN AHORA QUE SE ACERCA LA NAVIDAD LO EXTRAÑO MUCHO, EXTRAÑO SUS VISITAS , SU RISA , SU PERSONA , EXTRAÑO TODO LO QUE EL ERA , UN PADRE QUE NOS DEJO TODO LO QUE SOMOS AHORA , PERSONAS HONRADAS Y HONESTAS , ESA FUE SU HERENCIA , UNA HERENCIA DE AMOR Y CARIÑO .. GRACIAS PADRE QUERIDO.

  13. A FRANCISCO RUIZ , EL ETERNO AGRADECIMIENTO POR LO QUE EL FUE PARA MI PADRE , UN BUEN AMIGO CON EL QUE SIEMPRE MI PADRE PUDO CONTAR EN TODO SENTIDO , UN HOMBRE LEAL Y MUY SINCERO .. GRACIAS PANCHO… SOY NOEMI.

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