El poeta minero Hugo Salgado


La primera obra de Hugo Salgado se llama “Castaño Gris”. Es un poemario del cual no quedan ejemplares, pues los que se editaron y publicaron (100) se agotaron rápidamente y no fueron reimpresos. Eso ocurrió hace casi 10 años, cuando la última crisis del carbón se avecinaba y estaba fresco el recuerdo de la tragedia ocurrida en la mina El Castaño, en Curanilahue. Lo que vino después es conocido: las minas y pirquenes fueron cerrando una tras otra y los mineros quedaron dando vueltas sin saber muy bien adónde ir. Hugo y cientos de mineros desempleados se fueron a Santiago, buscando otra oportunidad. Durante los primeros meses esperaron con nostalgia el llamado de los parientes, indicándoles que se reabrían los socavones; después de un par de años asumieron con valentía su condición de provincianos en la capital de este Chile que se moderniza y se interconecta con tanta velocidad.

 

Recuerdo muy bien a Hugo Salgado : llegó a mi casa una tarde para saber si yo podía ayudarle a escribir poesía. Le habían dado el dato de “un profe que escribía poesía”. Venía con su ropa de trabajo y la cara tiznada; venía de la mina. Al mirar sus pequeños ojos , oscuros y risueños , me di cuenta de que terminaría irremediablemente atado a su ilusión; por eso puse a su alcance libros de poesía y le di una que otra clase práctica de escritura. Pero jamás le enseñé a escribir poesía, porque él no necesitaba esa ayuda. Las musas lo escoltaban por túneles y revueltas como ahora deben escoltarlo en el metro y los ruidosos microbuses de la capital. Había que verlo leyendo cuentos, poesías y novelas; había que verlo, pegando sus poesías en el mural de las informaciones de la pequeña empresa minera en la que trabajaba. “Me los sacan y los botan, otros se ríen”; me dijo una vez, con una semi sonrisa en la que se adivinaba su decisión inquebrantable de seguir pegándolas. Pero después lo empezaron a leer y todos terminaron por darle el reconocimiento de poeta. Así fue como publicó CASTAÑO GRIS, y en la sala en que lo presentamos había una mezcla de estudiantes, escritores, mineros y patrones. A ninguno se le hubiera ocurrido reír; más bien hubiésemos llorado de emoción.

 

Ahora Hugo me ha llamado desde Santiago. Trabaja como empaquetador de una tienda de artículos de librería. Me cuenta que sigue escribiendo y que se ha inscrito en la sociedad de escritores de Chile. Bien por Hugo, que sigue rodeado de musas; bien por Hugo, que ama la belleza y escribe poesías para que no lo aplaste el túnel de la soledad ;bien por Hugo, que cuando recibió su pequeña indemnización por el cierre de las minas se compró una máquina de escribir “para que me queden más lindas las poesías “.

 

Este conjunto de poesías resumen casi toda su obra. “Se las mando para que me dé su opinión y me escriba algunas notas, profe” ¿Qué quieres que opine, poeta? Ya sabes que eres uno de mis escritores favoritos. No quiero decir por qué. No soy un especialista en literatura ni me interesa desarmar nada. Dejémoslo así: me encanta leer tu poesía . Y en relación con unas notas, es un honor referirme a ti.

 

(prólogo al poemario ALMA MINERA, CURANILAHUE, 1999)


2 respuestas a “El poeta minero Hugo Salgado”

  1. Muy buen libro…

    La verdad es que no soy una amante de la lectura, pero este libro desde un principio me llamo la atención ya que mi vida esta en la minería.
    Más aun tengo la gratitud de conocer al Sr. Hugo Salgado, quien es una excelente persona.

    Desde ya muchas gracias.

    Atte.
    Lorena Godoy.

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